miércoles, 15 de mayo de 2013

Las historias vienen a mi..no lo puedo evitar




Ahora que estoy estudiando educación infantil, profundizando en los conceptos de aprendizaje, de habilidades sociales, está claro que la mayoría de las cosas se aprenden a lo largo de la vida, no se heredan, cosa que parece muy obvia pero que a muchos les da coraje porque les encanta eso de es igualito que su padre¡¡ claro señora, porque es lo que ha visto en casa desde que nació, no por la carga genética. Pero bueno, dejemos a los médicos con sus genomas (no me interesa nada lo que viene genético porque no se puede hacer nada con ello) y vayamos a lo que si me interesa, lo que se aprende.
Pues sí, desde la facultad básicamente fui consciente de que yo era bastante personaje, quiero decir, que me pasaban cosas, muchas cosas que a los demás no, y que a mi además me gustaba contarlas. Antes, en el instituto era demasiado tímida para hacer casi nada y mucho menos para contarlo a los cuatro vientos. En la facultad la cosa fue evolucionando y yo me veía más suelta.
Sé que he hecho muchas cosas, soy una persona muy inquieta, pero es que además me fijo en cosas que los demás parece que no ven o que no les dan importancia, y sobre todo me gusta contarlas, oralmente y por escrito. Cuando comencé mis viajes por Sudamérica comencé a hacer las crónicas viajeras y ahí fue ya mi consagración al gran público, al gran público que eran mis amigos y familia, que me devolvían los correos electrónicos con entusiasmo: sigue contándonos cosas killa, me he reído mucho… todavía está en el recuerdo aquel del niño cieguito de Puebla, en México, que escribí mientras los demás estaban viendo un partido de futbol entre tequila y tequila. Para mí no tenía mucho merito, imposible no describir las millones de cosas que se ven en un viaje a otro país, y sobre todo las cosas que nos pasaban, a la maripili y a mí, que nos metíamos de cajón en todos los charcos.
Luego llegó la época del trabajo en la Junta, ya en la etapa sevillana, donde en los desayunos, (sí esos famosos desayunos de funcionarios donde el tema más interesante eran las cortinas que me he comprado para mi cocina son blanco roto, o en el Ikea hay unas sillas jardenhöfen estupendas), para no morir de aburrimiento me ponía a hablar, a contar cosas mías y claro pues la gente me escuchaba con atención, los chacras y las constelaciones familiares daban mucho juego, pero lo que más le gustaba al personal era los viernes por la mañana, cuando la noche anterior había visto en la tele Mujeres Ricas, ese docu realiti de mujeres Españolas exageradamente ricas. Recuerdo bien a una de Marbella y a otra de Almería, asquerosamente ricas y que nos mostraban su vida de lujo absoluto, sin ningún pudor, sin ningún problema moral… aquello era demasiado pa mi cuerpo, yo no podía dejar de verlo ni una semana porque no me podía creer el desparpajo con el que hablaban de mi marido es un petardo y yo estoy casada con él por el dinero, y el marido ni aparecía en todo el programa, y la niña no ha estudiado nada y tiene una crisis de ansiedad porque su peluquero se ha puesto malo  hoy y no puede arreglarle los rizos. Aquello atentaba contra todos mis principios morales, de justicia, de poca vergüenza, de todo… y por eso mismo me fascinaba, porque esas mujeres no tenían ningún pudor en expresarlo ante las cámaras, estaban más allá de las familias ricas que yo controlaba del pijerio sevillano, del caciquismo andaluz, que pueden tener mas o menos dinero pero no dejan de estar metidos en sus propios corsés de clase, éstas no, éstas eran sencillamente personas tan  ricas que se podían permitir ir vestidas de jipis y decir yo quiero más a mi perro que a mi marido, o enseñar a su madre y que se viera que era una señora normal de barrio de Almería…
Pues bien, aquello me dejaba perpleja los jueves por la noche y los viernes por la mañana preguntaba en el desayuno: ¿Alguien vio ayer mujeres ricas? Y por supuesto casi nadie o nadie lo veía, y entonces yo que pretendía entablar una conversación de marujeo comentando la jugada, pues tenía que hacer un relato exhaustivo de lo que había visto, y mis compañeros se quedaban todo el tiempo escuchándome atentamente y riéndose a carcajadas. Una vez pregunté como todos los viernes ¿Alguien vio ayer mujeres ricas? Sí, contestó una, y me pareció un coñazo de programa, a mí lo que me gusta es que nos lo cuentes tú…
Ese día fui consciente que, entre otras cosas, yo había venido a este mundo para contar historias. 
Y de ¿dónde me viene a mi este don? ¿me pasarán tantas cosas para que las cuente? Cuando sea mayor voy a ser una escritora famosa… ¿ soy un tanto personaje porque he nacido así? Y aquí es donde empieza la historia que quiero contar hoy, de casta le viene al galgo: mi madre. Esa señora sí que es una personaje, de las buenas, y cuando vi la película de Carmina o revienta pensé, claro Paco, tú has pensado lo mismo que yo, con una madre así, esto hay que contarlo, pues bien, lo mismo estoy haciendo yo hoy, con una historia como la que me ha contando mi madre hoy, esto hay que contarlo.
Ayer llamo a mi madre y me da fuera de cobertura, que raro… al medio día me manda un sms. Mi madre considera que las modernidades como internet y el guasap pues que le parecen bien pero que a ella le dan igual, que con los sms tipo telegrama se apaña perfectamente: hace sol, ¿como estas? Nosotros bien. Besos. En fin, sms de ayer al medio día: estoy en San Benedicto, luego te llamo.  Yo me quedo pensando, ¿San Benedicto? Eso qué es una calle, un hospital, aquí en Sevilla donde el 90% de las cosas urbanas tienen nombre de virgen o de santo cualquiera sabe… y hoy me entero que no, que habían ido a ver con su grupo de amigas del colegio, (señoras jubiladas que compartieron la primaria y la secundaria hace ya la tira de años y que se han vuelto a juntar sin el facebook ni nada), a una de ellas que es monja de clausura en un convento perdido de la mano de dios, bueno, en este caso no claro, en medio del campo. Van allí se cogen su tren, su taxi y se tiran un día entero detrás de unas rejas de las de pinchos, ellas a una lado y su amiga monja al otro charla que te charla… claro, a mi me proponen un plan así y no me lo pienso ni media, se me ocurren mil preguntas que hacerle a una monja de clausura que lleva 50 años enclausurada, sin agua caliente, con vida ascética…  La monja, de la que mi madre no se acordaba del colegio y ella perfectamente, resulta ser una señora muy simpática que les cuenta un montón de cosas y aquello se convierte en una charla de mujeres de 6 horas, con descanso para comer, dale que te pego con esa facilidad que tenemos las mujeres para hablar de nuestras cosas y que agustito que me siento. En una de estas la monja se pone seria y dice, esto que os voy a contar es verdad, no es que yo lo haya oído, es que me lo contó a mi directamente la hija de la protagonista. Ese momentazo Paco Gandía no tiene nombre. 
Resulta que una señora de Málaga estaba malita y les dice a sus hijas que cuando se muera ella ya tiene preparada su mortaja en el último cajón de la cómoda. La señora se muere y con el disgustazo van las hijas al último cajón de la cómoda; la sorpresa es tremenda: el traje de gitana¡¡ por lo visto la señora era muy salerosa en vida y las hijas entre el disgusto, la sorpresa y esa costumbre nuestra de la voluntad de un difunto está por encima de todo, la visten de gitana con to sus avíos, peineta, flor, collar… vamos pa habernos matao. Esa señora en ese tanatorio, la gente riéndose, y las hijas pensando, desde luego que madre, hasta en su entierro tenía planeado que lo pasáramos bien y nos riéramos. Bueno, pues ahí no queda la cosa dice la monja a mi madre y sus amigas. Meses después, limpiando la casa, ordenando, tirando, dando cosas… una de las hermanas está vaciando la cómoda y en el último cajón, debajo de unas mantas se encuentra una caja perfectamente preparada y donde pone con letras grande: MORTAJA y la abre con la cara descompuesta y se encuentra con un hábito de monja de la orden de la monja en cuestión… Los renglones de dios se escriben torcidos, si, y a veces pa jartarse de reir. Paco, esto tenías que haberlo contado tú.

lunes, 4 de marzo de 2013

Me confieso: veo Canal Sur, en vez en cuando



[Nosta bien decir estas cosas, una chica así moderna, con pinta de inteligente e interesante... pues sí, yo tambien veo Canal Sur, y también lloro y me emociono. Resulta que me ha costado unos pocos de años el darme cuenta que todo el mundo es como yo, que básicamente somos todos seres humanos, lo que pasa es que la gente normalmente cuando le preguntas ¿como estas? te contesta: bien, pero que eso en realidad no quiere decir que esté bien, sino que no te cuenta las cosas malas porque le da un poco de verguenza. La gente mayor por el que dirán, que lo llevan practicando toda la vida, la gente joven por el que dirán digital, o sea, el facebook, que es peor aún. O por lo menos así me lo parece a mi. 
De manera que te pones una foto monisimo de la muerte, que me gusta este concierto, que me invitas a un teatro experimental de Dostoyesky o que participas en un evento de energía universal... enga ya fali, quemestascontando¡¡ que me deje ya, que luego te conozco in person y eres un nota normal y corriente, ni más ni menos que como tol mundo, sólo que has hecho una selección de lo mejorcito de tu casa y lo has puesto en un escaparate para que lo vea el mundo entero, o los 358 amigos del facebook.

Pos yo paso, me quedo con el modo blog que aunque no deja de ser virtual es mio, y me da sitio y sobre todo tiempo para poner lo que pienso. Y como así son las cosas y así se las hemos contado, vuelvo a las andadas y a escribir, que en esta cabecita loca (Jesús Molina dixit) hay muchas cosas que sacar fuera.

Y para empezar, empezamos por un lunes, o sea hoy mismo, y a estas horas de la madrugada. Todo tiene arreglo.]

Lunes por la noche, me voy a acostar ya que es muy tarde y me encuentro con Tiene Arreglo, en Canal Sur… ayyy, no me voy a quedar a verlo que me pongo a llorar y me pierdo.
Lo he visto varias veces, me lo he encontrado de casualidad, y siempre me pasa lo mismo, una vez que me lo encuentro no puedo dejar de verlo.
Lo he hablado con alguna gente, así como con un poco de vergüenza ¿no veis este programa? En general la gente que conozco no lo ve, o le parece que es una sensiblería, total que no, que no lo puedo comentar con nadie.
Yo alucino, alucino con esto que pasa aquí, la gente tiene problemas, siempre tiene problemas, ahora más, familias que van a ser desahuciadas, mujeres, casi siempre con una cara de haberse jartao de no poder, de no poder ir al super a hacer la compra, de no poder comprarle los reyes a sus hijos, de no poder dormir tranquilas por las noches.
Y en medio de esa desesperación llaman al programa, y con toda la vergüenza del mundo entero (me acuerdo de aquello de Luisa que siempre nos reíamos de ay que es más triste de pedi que de robá) exponen su caso delante de las cámaras. Pero lo más grande no es eso, lo más grande es que la gente llama, y sin conocerlos de nada, sin ser familia, ni amigos, van y les dan dinero, les prestan una casa, se ofrecen para ponerles unas ventanas, arreglarles unas puertas o darles un colchón. Esto es muy grande, jubilados con una paguita, gente que ha sufrido lo mismo y les dan 300 euros, 1000 euros, Toñi, es que no tengo más, esto es lo que puedo dar.
Me quito el sombrero, me da igual que la gente que conozco no vea este programa, yo sí, y me quedo muerta con la solidaridad del personal, las cosas están chungas, los bancos no entienden de barcos, las hipotecas no esperan, y ahí están los andaluces dando el callo. Esto en Francia o en Suiza seguro que no pasa. Los que llaman están jubilados, están en paro…
Gracias a todos, gracias por mandar este mensaje positivo a Canal Sur, gracias a la gente que llama y señores banqueros y políticos que gestionáis este país nuestro, no sé cómo podéis dormir por las noches, yo no puedo dormir esta noche hasta que no acabe el programa, y cuando acabe me acostaré y me dormiré contenta porque la gente sigue estando ahí, pase lo que pase.
Gracias.

miércoles, 9 de febrero de 2011

Entre les murs

Enseñar no funciona nunca porque finalmente en la vida aprendemos solos. El profesor será feliz cuando renuncie a enseñar e intente simplemente dar a los alumnos un marco que les permita reflexionar, hacer trabajar sus ojos, sus orejas, su cerebro, y por qué no su cuerpo, su creatividad. Todos los países, o casi, atraviesan una crisis de la enseñanza porque rechazamos entrar en esta lógica. Puede ser utópico, y sin embargo es tan simple.
François Bégaudeau (el profe en la película y en la realidad)


La traducción del título de la película no es muy acertada, entre las paredes tiene mucho más sentido una vez que ves la película.

Mágnífica, en versión original, no se cómo será la traducción al español, os recomiendo que la veais subtitulada.

Película obligatoria para los que queremos dedicarnos a la enseñanza. Esto tiene que ser algo vocacional y hay que creerselo, si no, cualquiera aguanta este ritmo... y yo que me quiero ir a dar clase a Francia.... ya veremos.

Por cierto el profe es el mismo autor del libro, y un personaje muy polifacético e interesante.

jueves, 3 de febrero de 2011

Hasta los ovarios de tantos cojones

[Del blog Carne Cruda]

Se levanta a las 6 y media para darle el biberón al bebé. Pero hoy se ha levantado a las 6 porque le ha despertado su llanto. Le saca de la cuna y un hedor inconfundible le avisa de que tiene que cambiarle. Se dirige hacia el baño pensando: "¿A qué huelen las cosas que no huelen?" Se mira en el espejo, con la legaña colgando, los ojos hinchados, y piensa: “Porque yo lo valgo”. Prepara el biberón, se lo da al niño. Llora. El niño. Ella también un poco. Por dentro. Pero no hay tiempo. Se viste. Se desviste. Se vuelve a vestir. No le convence. No se ve bien. El pantalón le marca las caderas. Demasiado anchas. La camiseta le hace demasiado pecho. Demasiado provocativo. Cambia de jersey. Demasiado poco provocativo. No se siente “fina y segura”. No se siente ni de lejos como la chica de la portada de la revista. La ropa no le sienta como a la del cartel de la tienda. No tiene las caderas tan estrechas como ella. Ni su cara está tan tersa como la del anuncio, ni tiene photoshop en el armarito del baño… Ni, ni, ni, ni… Piensa: “Nosotras sí que somos la generación nini. Ni paramos, ni descansamos, ni podemos NO estar guapas”.
Ella tiene que ser la chica nueva en la oficina que se llama Farala y tiene que estar divina. Ahora sólo le falta que le venga la regla. Y como si la hubiese llamado, ahí está. Estupendo. Piensa: "La regla es mucho mejor con EVAX". Pero no pasa nada: ella es "muy segura, muy mujer". Gracias a Ausonia.
Llega tarde al trabajo.Y antes tiene que pasar por la guardería para dejar al niño. Podría llevarlo él, pero él siempre dice: "Pero a ti te pilla de camino, cariño". Sale de casa. En el ascensor, el niño vomita el biberón. Sobre su ropa. Piensa: "Te sentirás limpia, te sentirás bien". Vuelta a casa. Vuelta a cambiar al niño: "¿A qué huelen las cosas que no huelen?"Vuelta a cambiarse.


Sale corriendo. Ya no llega tarde. Llega tardísimo. Corre. Corre todo el día: a la guarde, al trabajo, al súper, a la reunión, a casa a comer rápido, a la peluquería para cuidarse ese pelo, esas uñas, que si no se cuida, no se ven bien. Y da aspecto de descuidada. Al jefe, al compañero, al señor de la ventanilla donde hay que pedir un préstamo, al señor de la tienda donde va a comprar unos zapatos nuevos porque los viejos no son modernos, no se parecen a los de Sexo en Nueva York, que son los que se llevan, los que gustan, los que hacen que gustes. Eso es lo que te han dicho. No es que lo creas, es que no tienes más remedio que aceptarlo.
Con esos zapatos en los que no está cómoda ni tumbada, corre, corre todo el día. Llega sudando a todas partes. "Mujerona, el olor a sudor que no te abandona". No importa, no pasa nada. Se siente: “muy segura, muy mujer”. Gracias a Ausonia.
Sólo se detiene para comer. Pone la tele. La Sexta, la cadena progre, la concienciada. Salen un montón de modelazas vestidas con un escote que te corta la digestión y vestidas para ir a un cotillón. En pleno mes de marzo a la hora de comer. Hasta la del telediario está buena. Lo típico.
El niño llora. Ella también. Ahora también por fuera.
Siempre he pensado que la tan cacareada liberación de la mujer es una farsa. Habéis salido de una para meteros en otra. O mejor dicho no habéis salido de casa y os habéis metido en el trabajo y os han metido, os hemos metido, en un anuncio y una película que vemos en cada esquina, cada televisor, cada revista. Esas revistas que te dicen cómo ser mejor en la cama, como tenerle más contento, cómo estar más atractiva, cómo ir más a la moda.

Las mujeres no estáis sólo discriminadas, estáis incriminadas. Se os hace sentir culpables por no ser más guapas, más esbeltas, mejores amantes, mejores madres, trabajadoras más eficientes, por no complacer a “vuestro hombre”, por no tener las pestañas suficientemente rizadas, las piernas suficientemente largas ni suficientemente depiladas, ni los brazos suficientemente largos para llegar más lejos. Sois culpables por no tener más brazos para cuidar al niño, mientras le das el biberón al bebé, mientras te depilas, mientras te rizas el pelo, mientras te arreglas las uñas, mientras arreglas la casa, mientras haces la cena, mientras terminas tu trabajo en la oficina, mientras recoges al chaval en el cole, mientras haces la compra,… ¿Por qué las mujeres no tenéis más brazos y más piernas?... y mientras, no te olvides: “hazte mechas”, mientras, mientras, mientras... Y entre mientras y mientras, no tienes un solo mientras para pensar en ti misma. Ni siquiera sabes ya muy bien qué o quién eres tú misma, la madre, la mujer, la empleada, la empleada del hogar, la buenorra del cartel, el pibón de la película, la chavala de la revista. Mientras sólo tienes tiempo de pensar: “Estoy contenta de ser mujer”
Si yo fuera mujer, no estaría contenta de ser mujer. Estaría hasta los ovarios.

jueves, 20 de enero de 2011

Rúbrica y autoevaluación

Criterios de evaluación
Excelente
Bueno
Suficiente
Receptividad a la propuesta de aprendizaje itinerario aventura 

10%
Ha sido receptiva al itinerario aventura y ha realizado todas las actividades propuestas Ha optado por el itinerario aventura y no ha realizado todas las actividades propuestas Ha optado por la opción clasica de aprendizaje
Motivación con respecto a la manera de impartir la asignatura
10%
Se ha implicado con todas las tareas propuestas Se ha implicado con algunas tareas propuestas Ha optado por no implicarse en clase
Interacción con compañeros
10%
Ha interaccionado con la práctica totalidad del grupo
Ha interaccionado con la gran mayoría del grupo
Ha interaccionado sólo con algunos miembros del grupo
Blog 60%
Contenido e Información de las Entradas

30%
Profundiza y expande los temas vistos en clase y aporta información nueva y muy relevante.
Incluye conocimiento básico sobre los temas tratados en clase y son de buena calidad.
Información poco relevante para la asignatura.
Diseño

5%
Uso excelente de colores, videos. gráficos, dibujos.
Buen uso de colores, videos, gráficos, dibujo, etc.
Uso pobre de colores, videos, gráficos, dibujos, etc.
Participación

20%
Participa frecuentemente en los blogs de los compañeros.
Participa de vez cuando en los blogs de los compañeros.
Apenas ha participado en los blogs de los compañeros.
Wiki


5%
Ha participado y aportado contenidos interesantes a la Wiki colaborativa
Ha aportado algún contenido interesante y ha realizado alguna participación
Apenas ha participado ni aportado contenido a la Wiki colaborativa

Después de darles muchas vueltas a la rúbrica, de entender cómo y para qué funciona, de visitar los blogs de todos mis compañeros, he hecho una rúbrica adaptada a mis circunstancias personales, la he puesto aquí y he decidido no aplicarla. Me veo como una alumna de intituto, que por motivos de salud no ha podido ir a las clases y le dice a la profe de la asignatura que quiere hablar con ella un rato, y esto es lo que le dice:

Me ha gustado mucho, muchisimo esta asignatura, a pesar de sólo haber asistido a la última semana de la misma, la primera clase me impresionó bastante, enseguida me gustó el itinerario aventura y cuando empezamos a ver los videos de los compañeros no entendía muy bien por qué había contenidos que no eran especificos sobre educación. Yo hacía tiempo que quería hacer un blog, de expresar mi creatividad, y volvía de empezar justo el master, ponerme mala, pasar por todo un proceso de baja, incertidumbres, qué me pasa, hospital y vuelta a la realidad que me había provocado todo eso.
Así que empecé a entrar en los blogs de los demás, a hacer comentarios, a descubrir muchas cosas sobre educación, a investigarlas un poco, a crear nuevas entradas en el mio, y a crear conocimiento cooperativo.
A parte de eso me he sentido enseguida parte del grupo, como si hubiera ido a todas las clases, y me he preparado esta asignatura de una manera totalmente nueva para mi, buscando cosas por mi misma y enterándome de lo que era un instituto, de las funciones de sus miembros, de manera totalmente creativa.
El itinerario aventura me pareció desde el principio una idea excelente y lo que ha provocado en mi estas navidades ha sido las ganas de seguir buscando respuestas a las preguntas que me iban surgiendo, y el ir comprobando poco a poco que existen otras maneras de aprender y por lo tanto de enseñar.
Si algunos de estos eran los objetivos de la asignatura yo los he cumplido, ahora el proceso se ha iniciado, y como todo proceso de cambio lleva su tiempo, la semilla está puesta y sigo encontrándome rara con la posibilidad de poder desarrollar mi creatividad y que todo esto sirva para algún día dar clase. ¿De verdad que puedo expresarme libremente? En mi entrada anterior he puesto un video pequeño, de un minuto y pico, un trozo de una película que dice

Nuestro mayor miedo no es que no encajemos. Nuestro mayor miedo es que tenemos una fuerza desmesurada. Es nuestra luz y no nuestra oscuridad lo que más nos asusta. Empequeñecerse no ayuda al mundo. No hay nada inteligente en encogerse para que otros se sientan inseguros a tu alrededor. Todos deberíamos brillar como hacen los niños. No es cosa de unos pocos sino de todos. Y al dejar brillar nuestra propia luz inconscientemente damos permiso a otros para hacer lo mismo. Al liberarnos de nuestro propio miedo nuestra presencia libera automáticamente a otros...

Pues eso  es lo que me ha pasado con esta asignarura, que todavía tengo cierto miedo a poder brillar y con todo lo que está pasando en este master, se me está quitando... así que me pongo un notable.

miércoles, 19 de enero de 2011

Idealismo y utopia

Ayer después de clase de innovación pedagógica nos quedamos un rato de charla con el profesor, Luis, Antonio, Prado y yo. No se si será porque somos gente de por la tarde, supuestamente algo más mayores, o con trabajo, no se si será por las clases de Carmen, por los ordenes del amor, o no se por qué pero tengo la sensación de que en este master hay mucha gente interesante con la que me apetece compartir cosas, y con los profes me pasa lo mismo, no hay de momento nadie del que no haya aprendido.

El caso es que ayer en esa charla salió un tema crucial para mi. Yo le decía al profe que al hacernos creer que una cosa era lo que nosotros queramos innovar y otra la práctica, que los alumnos van por donde quieren, que si insistía mucho en esa idea iba a ser muy fácil caer en los tópicos del:  todo el sistema educativo funciona mal ¿para qué voy a hacer algo diferente? Que no me gustaba que cayeramos en actitudes derrotistas, que si nosotros futuros docentes no tenemos ilusión ¿quién la va a tener? Entonces el profe dijo algo que me dejó pensando y que luego con una cervecita ya pude comprender y ahora estoy empezando a asimilar: la diferencia entre idealismo e utopía.

Él decía que el idealismo había hecho mucho daño a la educación, que el proponer planteamientos basados en la bondad del sistema y en que las cosas se van a solucionar porque hemos descubierto una pedagogía estupenda, hace que la gente ponga un esfuerzo impresionante en cambiar una manera de dar clase, y luego el resultado no sea el esperado. Al experimentar con chic@s, con "material altamente inflamable" el resultado nunca puede preverse.

Ahora me doy cuenta que estoy quemada, muy quemada de tener una visión completamente idealizada de la vida, de la gente, de los amig@s, de las parejas, de los hombres, de la familia, del trabajo... y siempre luchando porque las cosas sean ideales, sean perfectas. ¿Y si dejo de luchar por conseguir un ideal, vivo en el presente y asumo que la vida tiene cosas buenas y malas? Me quedo mejor con la utopía, con la meta al final del camino, pero siendo consciente de que el camino es lo que cuenta, al final, llegar, llegaremos tod@s.


Un regalito: Nuestro mayor miedo