miércoles, 19 de enero de 2011

Idealismo y utopia

Ayer después de clase de innovación pedagógica nos quedamos un rato de charla con el profesor, Luis, Antonio, Prado y yo. No se si será porque somos gente de por la tarde, supuestamente algo más mayores, o con trabajo, no se si será por las clases de Carmen, por los ordenes del amor, o no se por qué pero tengo la sensación de que en este master hay mucha gente interesante con la que me apetece compartir cosas, y con los profes me pasa lo mismo, no hay de momento nadie del que no haya aprendido.

El caso es que ayer en esa charla salió un tema crucial para mi. Yo le decía al profe que al hacernos creer que una cosa era lo que nosotros queramos innovar y otra la práctica, que los alumnos van por donde quieren, que si insistía mucho en esa idea iba a ser muy fácil caer en los tópicos del:  todo el sistema educativo funciona mal ¿para qué voy a hacer algo diferente? Que no me gustaba que cayeramos en actitudes derrotistas, que si nosotros futuros docentes no tenemos ilusión ¿quién la va a tener? Entonces el profe dijo algo que me dejó pensando y que luego con una cervecita ya pude comprender y ahora estoy empezando a asimilar: la diferencia entre idealismo e utopía.

Él decía que el idealismo había hecho mucho daño a la educación, que el proponer planteamientos basados en la bondad del sistema y en que las cosas se van a solucionar porque hemos descubierto una pedagogía estupenda, hace que la gente ponga un esfuerzo impresionante en cambiar una manera de dar clase, y luego el resultado no sea el esperado. Al experimentar con chic@s, con "material altamente inflamable" el resultado nunca puede preverse.

Ahora me doy cuenta que estoy quemada, muy quemada de tener una visión completamente idealizada de la vida, de la gente, de los amig@s, de las parejas, de los hombres, de la familia, del trabajo... y siempre luchando porque las cosas sean ideales, sean perfectas. ¿Y si dejo de luchar por conseguir un ideal, vivo en el presente y asumo que la vida tiene cosas buenas y malas? Me quedo mejor con la utopía, con la meta al final del camino, pero siendo consciente de que el camino es lo que cuenta, al final, llegar, llegaremos tod@s.


Un regalito: Nuestro mayor miedo





2 comentarios:

  1. Dicen que uno es optimista si ve el vaso medio lleno, pesimista si lo ve medio vacio y realista si ve ambas cosas. Lo ideal para mí, lo utópico, es tener una visión optimista sin perder de vista el pesimismo, porque si realmente hay algo utópico es ser realista.

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  2. Muy bien, con tu aportación personal. Buscando tu camino de futura profesional. Saluditos Lola

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