La asignatura para la que creé este blog ya se ha terminado, aunque todavía me queda por hacer la rúbrica. Ya que estamos y que me ha picado el gusanillo pues voy a seguir escribiendo. De vez en cuando me da por imaginarme cosas y a veces las escribo, hasta ahora no las había compartido nada más que con mis amig@s, ahora me apetece ponerlas en este blog. Esta es una de ellas, como dicen las peliculas de sábado por la tarde en Antena 3 : basado en hehos reales, o cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.
No creo que los diseñadores de líneas del AVE ni los arquitectos que han concebido las numerosas estaciones de las líneas de alta velocidad, ni los técnicos del Ministerio de Fomento se plantearan esto, pero no puedo dejar de reivindicarlo, hace falta un servicio de atención sicológica en las estaciones donde hay trenes de alta velocidad, algo así como los desfibriladores de los aeropuertos, que estoy segura que hay muchos menos infartos de miocardio en los aeropuertos que ataques de tristeza o de pánico por rupturas sentimentales o por reencuentros apasionados en las estaciones de trenes de media y larga distancia.
Antes, y cuando digo antes no me refiero a la edad media ni al pleistoceno inferior, antes, en la generación anterior, la de mis padres, cuando alguien por alguna casualidad de la vida conocía al amor de su vida en otra ciudad porque estaba allí estudiando o de vacaciones con sus padres, pues ea, a escribirse cartas, y cuando llegara el momento de ya no puedo más con este ritmo de te veo una vez al año, a casarse y normalmente la mujer a irse a vivir donde el hombre.
Ahora no, ahora se puede perfectamente tener un novio en Barcelona, en Madrid o en Pamplona y ser de Sevilla, gracias a la red de trenes modernos que en un periodo razonable para aprovechar el fin de semana nos permiten creer que esa relación es posible.
Claro, si me comparo con mi amigo Fran que tiene una novia polaca, pues claro que Madrid está cerca, pero alguien se ha parado a pensar lo que es un domingo, (ya de por si terrorífico como día, con la presión de se acaba el fin de semana y mañana hay que trabajar, o peor, mañana es lunes y que voy a hacer durante la semana si todo el mundo trabaja y yo no???) al que se le añade la pesadilla de tener que despedirte de la persona con la que has compartido todo tu tiempo, todo tu cuerpo, todos tus pensamientos desde el viernes por la tarde hasta ahora mismo?
Pones toda tu cara de aquí no pasa nada, ya hablamos cari, y empiezas a caminar hasta el control de seguridad, ahí todavía te mantienes porque vas con la prisa de haber estado apurando hasta el último minuto, concentrada en no equivocarte de vía, y a la vez aliviada porque ya se ha acabado la superpresión que llevabas en lo alto. Un minuto o dos como máximo de asimilar que te vas, la presión comienza a ceder y entonces llega la pena, la pena incontenible de, con un poco de suerte, hasta el viernes que viene si tienes una pareja estable y normal que entiende el autentico coñazo que es una relación a distancia, y sin suerte, con una relación que está empezando, o en la que te estás haciendo la dura detrás del -ya hablamos de cuando nos vemos- y entonces las lágrimas llegan sin control. Las consigues mantener en el andén porque tienes que conseguir poder ver los números de los vagones, y porque como acabas de empezar te da un poco de vergüenza que estas azafatas tan monas te vean ya con las lágrimas, subes al vagón que te toca, buscas otro sitio porque el tuyo tiene compañero y tampoco es eso de darle la brasa moquera a esa chavala que no tiene culpa de nada, y entonces empieza el llanto incontrolable, y a la azafata solo se le ocurre preguntarte con un tono absolutamente neutro: ¿auriculares? Mínima expresión, mínima pregunta reducida al mínimo, cuando lo que tienes ganas de que te pregunte es:
-Perdone, ¿se encuentra bien?
-No
-¿Algún familiar enfermo?, ¿Alguna despedida? ¿Alguna ruptura sentimental?
-Si, me acaban de decir que soy estupenda pero que no, que no hay nada que hacer
-Uf, no se imagina cuantos casos tenemos todos los días como el suyo, en nuestro centro de atención piscológica, que se sitúa detrás del vagón de cafetería, tenemos varios módulos especializados en atención a la persona sufriente en viajes, creo que el suyo sería el módulo “Te quiero mucho cari PERO…”, vaya de mi parte, soy Inés, y si hay más personas dígale a la chica que le va a abrir la ficha que es usted un caso 1, ella lo va a entender.
-Ah, vale, pues ya tengo ficha abierta, además en el AVE, una en el AVE Córdoba-Sevilla hace dos años y otra en el CLAPAVE (Centro Logístico de Atención Psicológica Para la Alta Velocidad Española) aquí en Atocha, allá por el 2006, en esa ocasión me vieron tan mal que me dejaron bajar a Sevilla en clase Club a precio de turista, y el sicólogo de turno del AVE me estuvo haciendo un seguimiento intenso las dos horas y media, claro que la ocasión fue complicada, porque encima pusieron una comedia romántica con final feliz, que por cierto me comentó que se iba a crear un comité de control de la temática de las películas en los trenes, dada la gran cantidad de gente sensible que viaja en ellos, o por lo menos optar por películas de Van Damme para el horario de los últimos trenes…
Pues no, te sientas, te pones a llorar a moco tendido y esperas a que pongan una película que te haga el viaje más rápido, o te dedicas a llamar a los amigos para montar un gabinete de crisis vía telefónica y a tragarte los hipidos del llanto, que tampoco es plan de montar un espectáculo en este tren tan rápido y tan moderno. Y llegas a Santa Justa tarde, con los ojos hinchados de haber llorado, y con el cansancio de después del llanto, que lo único que lo cura es dormir y un poco de cariño y entonces, si no tienes la suerte de que alguien se haya apiadado de tu estado de piltrafa emocional TIENES QUE IRTE TU SOLA A TU CASA¡¡¡¡ sin ayuda sicológica y sin que te acompañe ninguno de los azafatos del AVE y que te monte en un taxi y le diga al taxista:
-por favor llévela rápido a casa y trátela con cariño, que está muy sensible la criaturita, es un caso prioridad 1,
y el taxista, con sus años de experiencia recogiendo a gente en Santa Justa, diga con cara sonriente:
- no se preocupe, estoy acostumbrado a tratar con casos 1, váyase tranquilo, la deja en buenas manos.
Nos gustaria que conozcan el proyecto www.salvavidas.eu es una forma de conseguir desfibrialdores de forma gratuita o subvencionada. Gracias
ResponderEliminar¡¡Genial!! Me alegra mucho que diseñaras esta entrada. Gracias. Saluditos Lola
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